miércoles, 12 de noviembre de 2008

Para mí que nos mintieron

Tras varios años de sensaciones incoherentes y reflexiones estériles al respecto, me parece que todo ha sido un engaño. Quizá sin intención, sin objetivo claro; a lo mejor solo fue una huida hacia adelante, pero creo firmemente que inventar el tiempo ha sido una falacia. No porque se esté ocultando una realidad imposible de asimilar por el populacho, sí creo que la realidad es de otra forma, pero que aún no la conocemos, o no la conoceremos nunca y a lo mejor no pasa nada si no la conocemos.

No me cuadra que pasen muchisimos años desde que no sabemos de un amigo del alma, y siga todo como cuando nos despedimos, en aquel momento era para siempre, hasta siempre o hasta nunca, y luego resulta que ho ha pasado nada.

No es normal que solamente un momento atrás uno se sienta un chaval, capaz de todo, ilusionado, planeando proyectar lo que sabe en todos sus actos futuros, y que una palabra cruel de alguien cercano le convierta en una piltrafa, un acabado, un anciano prematuro ¿he envejecido en diez minutos?

Quizá el camino está en otra dirección, mirando con otros ojos o incluso hacia donde nunca lo habíamos hecho. Yo no sé si lo conseguiré, pero prometo intentarlo. No intentaré dar respuestas, pero espero hacer que nuestros ratos se libren por un momento de la tiranía de relojes y calendarios, adiós las prisas y los compromisos de la agenda.

Que esta sea nuestro espacio sin tiempo, que buena falta nos hace.

Gracias por acompañarme.

Un saludo

No hay comentarios: